El designado ministro de Interior confesó con cierto aire de sorna, que es la primera vez en su vida que va a tener jefe pero espera que esta etapa no se prolongue por más de 8 años.
También dijo que si Santos decide ir por la reelección dentro de cuatro años, lo apoyará. Y dejó notar, muy vivas, sus ganas de sucederlo.
El ministro del Interior y de Justicia, que por su temperamento podría convertirse en el hombre fuerte del nuevo gabinete, reveló una amplia lista de reformas institucionales consensuadas con su jefe y la manera como manejará los hilos de la política del nuevo gobierno.
¿Es verdad que usted le advirtió al presidente Santos que sería su competidor dentro de cuatro años?
No sé quién inventó eso. No he tenido conversaciones de esa naturaleza con el presidente Santos y no puedo estar rectificando todos los días. Le advierto: si voy a ser parte de este gobierno es con toda lealtad, con toda la decisión de acompañarlo. Y le voy a decir lo siguiente: si el presidente Santos toma la decisión de buscar su reelección dentro de cuatro años, lo acompañaré.
No sé quién inventó eso. No he tenido conversaciones de esa naturaleza con el presidente Santos y no puedo estar rectificando todos los días. Le advierto: si voy a ser parte de este gobierno es con toda lealtad, con toda la decisión de acompañarlo. Y le voy a decir lo siguiente: si el presidente Santos toma la decisión de buscar su reelección dentro de cuatro años, lo acompañaré.
Que duerma tranquilo el Presidente...
Sí. Él no me lo ha exigido, yo se lo expreso de la manera más tranquila. Y si asumo el compromiso con este gobierno es para acompañarlo por que creo que se abre una magnifica oportunidad para este país, para consolidar la seguridad, pero también lograr altos niveles de crecimiento y de prosperidad económica, y superar la pobreza. Vamos a tener una época de oro en el país y de crecimiento sin precedentes. Ser parte de ese proyecto es algo que me llena de orgullo, de satisfacción en lo personal y en lo profesional.
¿Pero se siente en la línea de los presidenciables?
Sí, pero contribuiré al éxito de este gobierno, sea de un periodo o de dos, porque el éxito del mismo es el éxito del país, es el éxito de Colombia, y claro, el éxito de Santos. Y el éxito de Santos será el éxito mío.
¿Por qué liga lo uno con lo otro?
Porque si fracasara el proyecto de Santos fracasaría el mío. Por eso lo digo sin ningún tipo de cálculo político, ni de estrategia: no pienso en mi futuro sino en el éxito del próximo gobierno.
¿Siente que le faltaba esta experiencia en el Ejecutivo para ir más seguro por la Presidencia?
Cuando me presenté como candidato lo hice porque tenía un programa, conozco este país como pocos colombianos, yo estoy preparado para ser Presidente.
¿Estaba especialmente emocionado el día de su designación?
Le hago una confesión: me emocionó mucho la forma en que Santos presentó mi designación, la generosidad con la que todo este tiempo ha sostenido las relaciones conmigo. La generosidad con la que desde su elección ha atendido mis opiniones y ese fue un día muy especial por la información que tuvo origen en despachos oficiales (las críticas del vicepresidente Francisco Santos), de manera que me emocioné mucho, y aunque algunas personas crean que soy un témpano de hielo eso no es así.
¿Le gustó el ministerio del Interior o el suyo era Defensa?
Se lo voy a decir sin falsa modestia: estaba preparado para ocupar la cartera que el presidente Santos me asignara. Hubiera ido al de Salud con mucho agrado. Me hubiera sentido cómodo en cualquier cartera.
¿Cómo le parece el Gabinete?
Ha sido un acierto la designación de todas las personas que lo conforman, qué orgullo hacer parte de ese equipo de gobierno. Es lo que más me ha motivado a ser parte del mismo.
A partir de ahora va a cambiar mucho su vida...
Será una etapa nueva en mi vida, yo nunca he tenido jefe. Es la primera vez que soy empleado, espero acomodarme de manera aconductada.
¿Cómo va a recuperar la armonía del Gobierno con las altas cortes, especialmente con la Suprema de Justicia?
Tendremos las mejores relaciones y se restablecerá plenamente la armonía entre las ramas del poder público. Mi primera gestión luego de ser designado ministro del Interior y de Justicia fue visitar, de manera formal, la Corte Suprema, el pasado viernes. Esta semana visitaré la Corte Constitucional y el Consejo de Estado. He iniciado las consultas con la rama judicial a nivel de los altos magistrados, pero también de los jueces y fiscales, de todos los operadores judiciales, sobre el alcance de la reforma que pretendemos emprender a partir del 7 de agosto.
El presidente Santos ha dicho que esa reforma será totalmente consensuada con la rama judicial y tenemos ya un proyecto inicial que pondremos a su consideración para buscar sus contribuciones. También lo presentaremos a las bancadas del Congreso.
¿Cómo vio el ambiente en la Corte Suprema?
Extraordinariamente bueno. Uno de los primeros actos de gobierno del presidente Santos será un encuentro con las altas cortes.
La restauración empezó ya...
Va por el mejor de los caminos. El ambiente no puede ser mejor.
¿Cómo será esa concertación?
Espero ser recibido por el pleno de las honorables cortes para poner a disposición de sus magistrados, de manera concreta, el alcance de estas iniciativas.
¿Cuáles son las prioridades de esa reforma?
Hay que buscar un procedimiento para que las cortes no se tutelen unas a otras. Las sentencias de cierre emitidas por una alta corte deberían queda en firme, solo sometidas al recurso extraordinario de revisión.
Parece que hubiera tenido todo listo para asumir este ministerio...
Tengo redactados los artículos de la reforma, pero no los entregaré hasta que sean consultados con las cortes y las fuerzas políticas.
¿Qué reemplazará el Consejo Superior de la Judicatura?
Un Consejo Superior que lo integren los tres presidentes de las altas cortes (Constitucional, Suprema y Consejo de Estado). Ellos designarían un gerente de la rama que se centraría en su administración. Las funciones disciplinarias bien pueden ser asumidas por las altas cortes y por los tribunales. Y en lo que concierne a la función disciplinaria para los abogados, estimular los colegios de profesionales.
¿Cómo es eso de expedir nuevos códigos?
Le he sugerido al presidente Santos que solicitemos al Congreso facultades para expedir códigos nuevamente, pero no como se hacía antes, sino tramitando leyes de facultades que fijen criterios marco, eximiendo al Gobierno de tener que discutir artículo por artículo.
Nos asiste el interés de tramitar con celeridad el Código Único de Procedimiento para los temas civiles, comerciales, contenciosos, que involucren principios de moralidad e inmediatez en la prueba. Hay dos jurisdicciones que será muy útil crear: la ejecutiva y la de extinción de dominio. Estos procesos no pueden seguir demorando tres años.
Para mejorar la descongestión en la justicia soy partidario (por eso lo menciono como reforma constitucional) de crear jueces de tiempo parcial, entendiendo por eso que muchos profesionales idóneos puedan ejercer funciones jurisdiccionales 'pro témpore', y tan solo hasta que tengamos la justicia al día.
Además vale la pena fortalecer el arbitraje otorgando funciones jurisdiccionales a los notarios para mejorar el tratamiento de estos litigios.
Hay que crear la unidad administrativa para la defensa de los intereses de la nación, pues hoy en los tribunales contenciosos cursan procesos cuyas pretensiones superan los 100 billones de pesos.
¿En cuánto tiempo estará listo el Ministerio de Justicia?
Vamos a solicitarle al Congreso que nos faculte para reestablecer los ministerios de Justicia, Vivienda y Trabajo. Si contamos con el respaldo de las fuerzas parlamentarias esta ley puede ser evacuada en no más de dos meses.
¿La unidad administrativa para defender la nación de las demandas millonarias dependerá del Ministerio de Justicia?
Sí, podría adscribirse al Ministerio de Justicia. Claro que el gobierno tiene interés en crear el ministerio de la Presidencia.
¿Qué espacio tendrían los jueces 'pro témpore'?
El ejemplo es Paraguay: tenía un rezago de procesos y tomó la decisión de que unos profesionales distinguidos fueran investidos 'pro témpore' de funciones jurisdiccionales para evaluar esos litigios en mora. Si logramos eso, la Justicia quedará al día.
¿Quiere entonces es convertir la Secretaría General de la Presidencia en Ministerio?
Sí, ese ministerio podría asumir todas las funciones del servicio público.
¿Un super ministerio?
Sí, es una idea del Presidente. Este ha sido un modelo exitoso en muchos países que hoy muestran logros en materia de modernización que deberíamos imitar.
¿Qué tan fácil será convencer al Congreso de otorgar facultades para expedir códigos?
Yo viví la experiencia de discutir códigos de 800 artículos. Eso es un ejercicio estéril. No hablo de pedir facultades extraordinarias, sino que el Congreso en la ley defina unos criterios marco dentro de los cuales debe expedirse el código. Reconozco que antes habrá que hacer una enmienda constitucional.
¿Cómo debería elegirse el Fiscal General en el futuro?
No creo que sea el momento para cambiar el origen de la designación del fiscal. Estoy autorizado por el presidente Santos para decir que esta iniciativa no se tramitará aisladamente. Este proyecto se retirará, no ha gozado de buen ambiente. Además perturba el clima de entendimiento para concertar la reforma que nos proponemos presentar.
¿Cree que los miembros de la terna presentada por el presidente Álvaro Uribe para elegir Fiscal General deberían renunciar?
Esperemos hasta el 7 de Agosto...
¿Tener una coalición mayoritaria hace más fácil la labor legislativa?
Hemos acordado que todos los temas que llevemos al Congreso serán puestos primero a consideración de la "mesa del acuerdo" que representa la unidad nacional. Este será un escenario en el que los directores de los partidos impartirán su aprobación a todos estos temas.
¿Será la mesa del acuerdo una nueva instancia, definitoria en el trámite de leyes y enmiendas constitucionales?
Así es. El presidente Santos quiso empoderar a los directores de los partidos dándoles esas facultades, otorgándoles toda su confianza para que esa sea una instancia de deliberación entre quienes componen la mesa del acuerdo.
¿Cuáles son las iniciativas inmediatas para esa mesa?
En la primera reunión se definieron doce temas que marcarán la prioridad de la agenda legislativa. Se los menciono no necesariamente en orden jerárquico: reforma judicial, que contendrá un acto legislativo, una ley estatutaria y unas leyes ordinarias; se propone el presidente Santos llevar una iniciativa en materia de modernización de la administración en la cual estarán incluidos la creación de los ministerios de Trabajo, Vivienda y Justicia. La prioridad para el gobierno es la reforma al sector de la salud, que se expresará en dos iniciativas: la ley estatutaria y la ley ordinaria en el sector. Otro asunto prioritario es la ley de formalización de empleo y de primer empleo para estimular la generación de trabajo en el sector más joven de la población. El Presidente ha considerado una prioridad la reforma al régimen de regalías, y lo hará a través de un acto legislativo y una ley reglamentaria. Todos coincidimos en que llegó el momento después de tantos años de impulsar la ley de ordenamiento territorial. Y vamos a responderle al país en un acuerdo que todos suscribimos para crear el fondo de compensación para la región caribe que involucrará al litoral pacífico y a todas las regiones más deprimidas de Colombia. Nos proponemos llevar una iniciativa que contiene un conjunto de instrumentos que fortalecerán el esfuerzo en la lucha contra la corrupción.
Ley de tierras es el otro aspecto que hace parte de esta agenda. Habrá un conjunto de medidas macroeconómicas que harán parte de una ley que el gobierno cree conveniente tramitar para que en el primer semestre del año se tramite la ley de Presupuesto Nacional, desglosando ingresos y gastos. La idea es que en adelante el Congreso se ocupe en el primer semestre de definir el porcentaje de ingresos y el monto de los mismos. Y el segundo semestre se ocupe de una ley de asignación de gastos, separando una de otra. Esa ley, además, contendrá el fondo de estabilización que, al igual que Chile, canalizará los recursos de los excedentes petroleros y mineros que va a tener el país como un instrumento de manejo de la política macroeconómica.
Le menciono finalmente, la ley de víctimas, que hará parte de este paquete inicial de asuntos prioritarios para el gobierno. Y la ley de seguridad y defensa que se abortó en sus deliberaciones anteriores y que el gobierno piensa retomar.
¿No contempla una reforma electoral?
Sí. Como usted ve, muchos de los temas que le mencioné antes van a llegar a comisiones primeras y no las queremos agobiar de trabajo. Se acordó con los presidentes de Senado y Cámara que, paralela a la mesa de trabajo que le he mencionado y que refleja el acuerdo de unidad nacional, se establecerá una mesa adicional en la que de inmediato se iniciará la discusión de una reforma política y electoral. Mesa de trabajo a la que aspiramos que todos los sectores, aún aquellos que se encuentran en la oposición, se vinculen para tratar de concertar el alcance de lo que sería esa reforma. Mi experiencia es que en el Congreso ninguna reforma política y ninguna reforma electoral puede tramitarse sin el debido consenso entre todos los sectores y fuerzas políticas. Pensamos instalar esa mesa de inmediato y cuando esa mesa de trabajo haya consensuado los aspectos principales de esa reforma, se presentará al Congreso. No antes, porque, de hacerlo ahora, bloquearíamos toda la agenda legislativa con un tema que sabemos que es dispendioso.
¿A eso están invitados el Polo y los Verdes?
La reforma electoral debe involucrarlos necesariamente, al igual que una reforma política. Además, si bien ellos no hacen parte de la mesa del acuerdo, me propongo atender siempre sus opiniones y consultarles el alcance de esos textos. No necesariamente para comprometerlos previamente, pero sí para oír todas sus opiniones, sus aportes. Yo valoro mucho la oposición, he estado en la oposición, me parece que uno nunca, por más mayorías que pueda tener, debe soslayar a quienes desde la oposición pueden formular críticas, reparos que siempre enriquecen los proyectos.
¿Qué tratamiento le va a dar este gobierno a la oposición?
La oposición tiene todo el derecho a ejercer control político a formular críticas. La oposición siempre ha enriquecido los proyectos, en muchas ocasiones tiene razón en sus opiniones. No soy una persona que crea que en el Congreso se puede legislar sin atender los conceptos de todos los sectores representados. En lo que a mí concierne tendrán todas las garantías, y parte de la reforma política tiene que concentrarse en expedir un estatuto de la oposición del cual el país carece.
¿Qué debe tener el estatuto de la oposición?
Le menciono cuatro ideas iniciales: establecer el derecho de réplica para todos los partidos de oposición, concediéndoles la posibilidad de que puedan responder a cualquier sindicación que les haga el gobierno de una manera ágil y oportuna; institucionalizar el derecho de respuesta para que la oposición goce de espacios en los medios de comunicación; que les permita presentar también a la opinión pública sus puntos de vista en torno a temas nacionales en lo que concierne al gobierno; garantizarle a los partidos de oposición, siempre, el derecho a participar en las mesas directivas de todas las corporaciones públicas; y fortalecer la ley de bancadas, para que quienes estén en la oposición puedan participar claramente en la conformación de los órdenes del día y tengan las garantías para promover sus debates.
¿Qué va a hacer con Cambio Radical?
Hemos convocado al Partido para el día jueves a fin de que designe la directiva. Yo renunciaré en el curso de la próxima semana.
¿Se mantendrá Cambio Radical como expresión viva de la política?
Cambio Radical es un partido que tiene plena vigencia y una importante representación en el Congreso.
¿Irá Cambio Radical a las elecciones locales y departamentales?
Claro, tiene derecho a participar en ellas. No me adelanto, será una decisión de la bancada y de los estamentos del partido que definirán la persona o las personas que conducirán a la colectividad a partir de la próxima semana.
¿Lo alcanzaron a incomodar las declaraciones de Francisco Santos?
Ayer señalé que ese es un tema en el que no voy a participar, yo vine a este gobierno a construir, no quiero entrar en disputas y mucho menos de carácter personal, pero créame: no entiendo el alcancé de esas afirmaciones, espero que en el futuro haya oportunidad para aclarar el origen y la motivación que tuvieron.
EDULFO PEÑA
EDITOR POLÍTICO
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